El método Pomodoro me enseñó que la clave no siempre está en hacer más, sino en hacer mejor. Al dividir mi tiempo en bloques concentrados de trabajo y pausas breves, descubrí que puedo aumentar tanto la cantidad como la calidad de lo que realizo.
El método Pomodoro me enseñó que la clave no siempre está en hacer más, sino en hacer mejor. Al dividir mi tiempo en bloques concentrados de trabajo y pausas breves, descubrí que puedo aumentar tanto la cantidad como la calidad de lo que realizo.