En esta clase aprendimos a medir nuestro progreso en el aprendizaje dividiendo habilidades complejas en pequeños bloques, lo que facilita enfocarnos y avanzar paso a paso. Evaluar cada sub-habilidad nos permite ver con claridad cuánto hemos evolucionado. Usamos una pirámide de evaluación que considera aspectos como dedicación, satisfacción, aprendizaje, práctica y resultados, revisados periódicamente por ejemplo, cada 10 días. Esto nos ayuda a ajustar nuestro plan de acción y mantenernos enfocados en metas alcanzables y realistas, incluso si tenemos varios objetivos al mismo tiempo.