Considero crucial medir la evolución del aprendizaje para evitar caer en la procrastinación o abandonar el proceso debido a miedos e inseguridades que pueden surgir durante el estudio. En ocasiones, la falta de una programación adecuada de tiempo o espacios óptimos de estudio puede contribuir a estos obstáculos. Evaluar el progreso no solo permite identificar áreas de mejora, sino que también ayuda a abordar y superar los desafíos que podrían surgir durante el proceso de aprendizaje.