El aprendizaje se facilita al agrupar información en bloques (chunks) que luego se aplican, como construir una pared con ladrillos que se unen con el tiempo para formar un conocimiento sólido. Es clave recurrir a diversas fuentes para enriquecer el aprendizaje y permitir la sedimentación del conocimiento, dándole tiempo para integrarse. Dividir tareas complejas en sub-habilidades también ayuda a aprender mejor.