Aprender por bloques nos permite dividir algo realmente complejo en partes más manejables, facilitando su comprensión progresiva. Luego, con el tiempo, estas partes se integran para formar un conocimiento más complejo y holístico. En mi experiencia, esta metodología ha sido muy útil, y la recomiendo encarecidamente.
Cuando se aprende matemáticas, la formación de estos bloques es particularmente clara. No puedes aprender cálculo sin antes dominar el álgebra, y no puedes aprender álgebra sin una base sólida en aritmética. Todo es un proceso secuencial, una cadena de bloques que se integran a medida que creamos conexiones entre ellos. Esta estrategia no solo hace el aprendizaje más organizado y accesible, sino que también permite asimilar grandes cantidades de información de manera más eficaz. Es, sin duda, una herramienta muy útil para cualquier proceso de aprendizaje.