Un prompt bien diseñado puede marcar la diferencia entre una respuesta útil y una que no lo sea. Al dividir preguntas complejas en partes más pequeñas y pedir ejemplos prácticos cuando sea necesario, podemos guiar mejor a la IA hacia las respuestas que buscamos.
Realizar una estructuración del prompt puede generar una gran contundencia en la respuesta aprovechando de forma útil esa respuesta basada en el prompt a diferencia de un prompt mediocre. Por eso un gran método es subdividir las tareas en pequeñas preguntas para que no abarque tanta información la inteligencia artificial, pero pidiéndole ejemplos de manera practica se puede establecer una ejemplificación de esa respuesta para poderla integrar a la solución de la problemática por eso esto se realiza con el objetivo de proponer a la IA que sea más objetivas las respuestas que buscamos obtener.