¡Hola Alfredo!
Es genial que estés interesado en medir tu evolución y mejorar constantemente. Medir tu progreso es una excelente manera de asegurarte de que estás avanzando hacia tus metas y de identificar áreas en las que puedes mejorar.
En el contexto que compartiste, se menciona la importancia de desglosar tus objetivos en bloques más pequeños, o "chunks", para facilitar el aprendizaje y la medición del progreso. Por ejemplo, si tu objetivo es aprender a hacer lasaña, puedes dividirlo en sub-habilidades como hacer la pasta, hacer la salsa y cocinar la carne. De esta manera, puedes evaluar tu progreso en cada una de estas sub-habilidades y ver cómo te estás acercando a tu objetivo general.
Una forma de medir tu evolución es estableciendo metas y plazos específicos para cada sub-habilidad. Por ejemplo, podrías establecer que en los primeros 10 días te dedicarás a aprender a hacer la pasta de lasaña. Al final de este período, evalúa cuánto tiempo dedicaste a esta sub-habilidad, cuánto aprendiste y cuál fue el resultado. Esto te permitirá ver tu progreso y ajustar tu plan de acción si es necesario.
Recuerda que es importante ser realista y establecer metas alcanzables. No te presiones demasiado y recuerda que el aprendizaje es un proceso continuo. Si no logras alcanzar tus metas en un determinado plazo, no te desanimes. En su lugar, evalúa qué funcionó y qué no funcionó, y haz los ajustes necesarios en tu plan de acción.
Espero que estos consejos te sean útiles para medir tu evolución y seguir mejorando en tu proceso de aprendizaje. ¡Sigue adelante y no te rindas! Estoy seguro de que lograrás grandes cosas.
Espero haber ayudado y ¡buenos estudios!