A menudo, se pierde de vista el propósito porque imaginaba que, al trabajar con su propósito, debería estar feliz el 100% del tiempo, pero eso no es así. Hay días y días, y está bien que llegue un momento en que, como al principio todo es nuevo, es un cambio muy grande, entonces todo es nuevo, está feliz, incentivado y motivado. Pero llega un momento en que ya estamos más acostumbrados a trabajar con ello, nos vamos acostumbrando, nos vamos tranquilizando, y eso puede hacer que no nos sintamos tan motivados todo el tiempo. Por eso es bueno el ciclo, siempre estar buscando alcanzar nuevas metas, siempre esforzándonos y buscando nunca estar parados, sino siempre llegando a nuevas etapas.
Es normal que no se sienta feliz el 100% del tiempo y motivado el 100% del tiempo. decidir investigar cuál es el propósito, investigar sobre sus valores y decidir llevarlo eso al entorno laboral, a su vida profesional y cambiar la forma en que trabajaba. No solo hacer lo que tenía que hacer por hacer, sino que ya sabía el motivo, ya sabía el porqué, ya estaba trabajando con su propósito. Esa medida es lo que hizo. Fue el primer paso para que pudiera cambiar la forma en que pensaba, para que pudiera cambiar la forma en que trabajaba.
Entonces, la motivación viene después, cuando ve todo lo que ha logrado, todo lo que ha cambiado y cómo se siente más realizado trabajando de esta manera. A menudo no es la condición previa, no es el primer paso, sino una vez que llega, que alcanza, que ve todo lo que ha hecho, cómo ha cambiado su pensamiento también, su forma de trabajar. Ahí viene la motivación para seguir haciendo esto y seguir cambiando cada vez más, seguir alcanzando nuevas metas y seguir trabajando cada vez más, llevando su propósito a su vida y a su carrera.
primordial meditar sobre cual es nuestro proposito, y el lugar donde se quiere estar para cumplirlo de una manera tranquila y feliz.
