La fuerza de voluntad es como un músculo que, cuanto más se entrena, más se fortalece. Para mantenerla, es clave establecer metas claras y realistas, dividir los objetivos en pasos pequeños y celebrar los avances. También es importante rodearse de un ambiente positivo, eliminar distracciones y practicar la disciplina diaria, incluso cuando no tengamos ganas. La perseverancia y la paciencia son esenciales, ya que la fuerza de voluntad no es algo que se tenga todo el tiempo, pero con constancia se puede desarrollar y mantener.
