Al estar enfocado, puedo llegar al objetivo a pesar de que el proceso pueda ser aspero, es decir, mi disciplina permite que tenga una mejor eficiencia para lograr mi objetivo, cuando no tomamos disciplina para hacer algo nuestra mente inmediatamente se desenfoca del objetivo que trazamos de un comienzo, por ende nos pone a dudar, no hace dar pereza y al final llega el fracaso o la frustración