Síndrome del impostor y aprender a programar

Aprender JavaScript a veces se siente como armar un mueble sin instrucciones… y con las piezas cambiando de forma mientras lo haces.

Soy front-end trainee, y sí… todavía me peleo con los arrays, los métodos .map() y .filter(), y ese DOM que parece tener vida propia.

Y justo cuando empiezo a avanzar, aparece él: el síndrome del impostor.
Esa vocecita que te susurra:

“¿De verdad vas a postular a ese trabajo si ni entiendes las promesas?”

“Tu portafolio no está listo, mejor espera…”

“Solo copias código, no eres realmente desarrolladora.”

Pero aprendí algo: esa voz no es una verdad absoluta.
Es una parte de mí que tiene miedo… y está bien tener miedo.

No necesito saberlo todo para estar aprendiendo.
No necesito tener un código perfecto para que valga.
Cada función que entiendo, cada error que resuelvo sola, es un ladrillo más en mi casita dev.

Si tú también estás empezando, si sientes que todos avanzan y tú estás en modo console.log(), te dejo un abrazo gigante.

Estamos construyendo. Cada día. Con dudas, con errores, pero también con ganas. Y eso también es ser desarrolladora.

¿Cuál fue tu mini victoria esta semana en JS?

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