Imagina que eres parte de una banda que va a tocar en un festival.
Interacción con las personas: Es como la comunicación entre los músicos. Es más importante que todos se entiendan bien, que se comuniquen claramente y que se apoyen entre sí, que tener instrumentos súper caros o seguir un manual rígido. Si la banda no se comunica bien, la música no fluirá. Software funcionando: Es como la música que la banda toca. Es más importante que la música suene bien y que la gente disfrute, que tener un montón de partituras perfectas pero que no se toquen. Si la música no suena bien, la gente no se va a divertir. Colaboración con el cliente: Es como la relación con el público. Es más importante que el público se sienta parte del concierto, que pueda interactuar con la banda y que se sienta satisfecho, que tener un contrato firmado con el festival. Si el público no se siente parte del concierto, no va a disfrutar. Responder a los cambios: Es como la capacidad de la banda de improvisar. Es más importante que la banda pueda adaptarse a los cambios, como un cambio de ritmo o un nuevo instrumento, que seguir un plan rígido. Si la banda no puede adaptarse a los cambios, la música se volverá aburrida. Recuerda que el Manifiesto Ágil es una guía para trabajar en equipo de forma flexible y adaptable, como una banda que se prepara para un concierto. Es importante que todos se entiendan bien, que se comuniquen claramente y que se apoyen entre sí. También es importante que la música suene bien y que la gente disfrute. Y por último, es importante que la banda pueda adaptarse a los cambios.