Señal: La señal es el disparador que te recuerda iniciar la rutina. Elige algo fácil de identificar, como:
Ver tus zapatillas deportivas junto a la cama si quieres salir a correr. Colocar tu botella de agua en el escritorio si deseas mantenerte hidratado. Rutina: Es la acción que quieres convertir en hábito. Define la actividad que deseas realizar:
Hacer 15 minutos de yoga. Leer 10 páginas de un libro. Recompensa: La recompensa debe motivarte a repetir la rutina. Puede ser algo físico o emocional:
Sentir una sensación de logro al registrar tu progreso. Disfrutar de una ducha relajante después del ejercicio. Ejemplo: Si quieres implementar un hábito de lectura diaria:
Señal: Deja el libro sobre tu almohada antes de dormir. Rutina: Lee 10 páginas antes de acostarte. Recompensa: Disfruta de la sensación de tranquilidad al desconectarte del día.