Para cambiar hábitos, identifica la señal, la rutina y la recompensa que los mantiene. Modifícalos gradualmente, comenzando por una señal clara, una rutina asequible y recompensas inspiradoras. Persevera en la acción consciente y decidida. Mantente guiado por tus propósitos virtuosos. Elimina excusas. Cada hábito cambiado te acerca a tu mejor destino. El éxito es posible cuando hay una razón poderosa para guiarte. Cambia de a poco para que sea querido y placentero. Procura la virtud sobre la comodidad. Avanza, paso a paso, hacia la vida soñada.