La falta de fe en uno mismo es un paso hacia el fracaso, ya que esta falta de fe puede iniciar un proceso interno de auto-sabotaje. El miedo al fracaso aumenta debido a la certeza de que fallaremos; la idea del fracaso se vuelve más cercana y genera ansiedad; la ansiedad perjudica el rendimiento. Esperar demasiado una "inspiración" puede ser, en el fondo, solo una forma de postergar (es decir, posponer la acción). La fuerza de voluntad generalmente se debilita durante el día, a medida que nos cansamos. El estrés generalmente nos anima a prestar atención a los objetivos a corto plazo; el autocontrol, por otro lado, mantiene el enfoque más amplio.