Aprendí a reconocer los diferentes niveles de aprendizaje: memorizar, comprender, aplicar, analizar, evaluar y crear. Descubrí cómo utilizarlos para establecer metas a corto, mediano y largo plazo, y también cómo apoyarme en ChatGPT para identificar en qué nivel de la Taxonomía de Bloom me encuentro según la actividad que realice. Además, aprendí a organizar mi estudio con plantillas claras y visuales, como tablas tipo Excel. Lo mejor es que entendí que esta estructura se puede aplicar a cualquier área —ya sea programación, diseño, idiomas o ciberseguridad—, lo que me brinda una herramienta muy potente para planificar mi formación con propósito y estrategia.
