Creo que lo que aprendí con todo esto es que distraerse y frustrarse es más común de lo que pensaba… pero también se puede manejar si tengo un plan. Me di cuenta de que no se trata de evitar los obstáculos, sino de saber cómo reaccionar cuando aparecen. Si me enfoco en ser más consciente de lo que me frena y en cambiar pequeñas cosas, puedo avanzar sin sentirme estancado.