Los hábitos clave pueden cambiar la forma en que organizamos nuestras vidas. Si tenemos malos hábitos, es útil identificar qué nos lleva a ellos y una forma de mejorar es dedicar las primeras horas del día a planificar y organizar tareas con horarios específicos. Crear un hábito es un proceso con altibajos, por lo que no debemos esperar resultados inmediatos ni exigirnos demasiado al principio. Es posible establecer nuevos hábitos para mejorar nuestra productividad y aunque cometamos errores siempre podemos empezar de nuevo y seguir evaluando nuestro progreso.