La transformación digital ha generado un aumento exponencial en la disponibilidad de información, lo que ha transformado el panorama laboral y ha generado la necesidad de adaptarse a un nuevo contexto de carrera. Esto ha puesto énfasis en el aprendizaje continuo a lo largo de toda la vida laboral, lo que se conoce como "lifelong learning".
La motivación para aprender en este nuevo contexto puede ser impulsada por diversas razones, desde la necesidad de mantenerse actualizado en un campo específico hasta la búsqueda de satisfacción personal y profesional. Además, la diversificación de carreras y líneas de aprendizaje ha llevado a la exploración del concepto japonés de "ikigai", que se refiere a encontrar el propósito en la vida a través del trabajo.
Es crucial reconocer que las personas tienen diferentes estilos y preferencias de aprendizaje, lo que influye en cómo absorben y procesan la información. La teoría de Kolb destaca esta diversidad al describir cuatro estilos de aprendizaje: experiencia concreta, observación reflexiva, conceptualización abstracta y experimentación activa.
En resumen, la transformación digital ha creado un entorno en el que el aprendizaje continuo es esencial para el éxito profesional, y entender cómo aprendemos individualmente puede mejorar nuestra capacidad para adaptarnos y crecer en este nuevo contexto.