Hemos adquirido una serie de conocimientos valiosos, entre ellos la capacidad de identificar nuestros objetivos y comprender que para alcanzarlos debemos establecer metas claras, que solo pueden lograrse a través de la disciplina, la perseverancia y, sobre todo, la organización. También hemos aprendido la importancia de llevar una agenda diaria y cómo el éxito puede encontrarse en acciones simples, como terminar el día de manera satisfactoria.