La resolución de problemas y adaptarse a las situaciones se encuentra estrechamente vinculada a la creatividad, función que numerosos autores describen justamente como la habilidad de producir ideas novedosas y de solventar todo tipo de dificultades.
Se hace imprescindible un equilibrio entre lógica y creatividad, entre pensamiento analítico y pensamiento creativo, por ser dos tipos de pensamiento que se complementan a pesar de ser distintos.