Aprendí que la vida está en constante cambio y que enfrentar sus desafíos implica adaptarse y aprender nuevas habilidades. Acepté que, aunque al principio pueda ser complicado, sumergirme en esos desafíos es esencial para el crecimiento personal y profesional. Explorar los tipos de aprendizaje fue revelador, ya que me permitió reconocer mi estilo particular de asimilar información. Este conocimiento explicó por qué ciertos temas me resultaban más difíciles de entender en el pasado, ya que no todos aprendemos de la misma manera. Ahora, comprendiendo mi estilo de aprendizaje, puedo abordar el aprendizaje de manera más efectiva, ajustándome a mis preferencias y superando obstáculos con mayor confianza.