Una idea fuerza que jamás se debe olvidar es que “no hay aprendizaje en la zona de confort”. Irremediablemente, pasaremos por situaciones de ansiedad, estrés y miedo al cambio que, si bien son incómodas, se necesitan. Cuando ello ocurra, debemos reorientarnos hacia nuestro objetivo, propósito y dirección inicial.
Por contraparte, el hábito es indispensable para la consolidación de cualquier actividad de aprendizaje, ya que seguramente será mucho más probable que se alcance el éxito. Finalmente, debemos ser conscientes de las barreras y distractores que se pueden dar y buscar estrategias para superarlas.