Lo que aprendí en esta aula es que salir de la zona de confort y manejar el estrés me ayuda a entrar en el estado de flow, donde aprendo mejor. La clave no es la velocidad, sino la dirección en la que me enfoco, y ser consciente de mis hábitos y distractores es fundamental para mejorar en el autoaprendizaje.
Es verdad los temas abordados nos permiten conocernos un poco más, identificando que el aprendizaje no es un lugar donde estaremos comodos, sino que representa un reto, y que debemos desarrollar estrategias que nos funcionen a cada uno para seguir aprendiendo a lo largo de la vida.
Después de todo, aplicar la física a nuestra vida cotidiana no resulta tan complejo. En este caso, nos damos cuenta de que no importa lo rápido que vayamos, si no definimos un rumbo, una meta específica, no terminaremos haciendo nada si no nos trazamos un objetivo principal.