He aprendido que abandonar la zona de confort es fundamental para adquirir nuevos conocimientos y crecer tanto personal como profesionalmente. Me he dado cuenta de que las distracciones, como el uso excesivo de redes sociales y dispositivos electrónicos, pueden ser significativamente perjudiciales para mi capacidad de concentración y, en última instancia, mi desempeño. La comprensión de que la dirección es más importante que la velocidad me ha llevado a reflexionar sobre la importancia de establecer metas claras y coherentes, en lugar de simplemente avanzar rápido sin un propósito definido.