En esta clase aprendí que existen hábitos clave que pueden desencadenar una serie de reacciones en la forma en que organizo mi vida. Además, comprendí que es importante evaluar qué acciones me llevan a mis malos hábitos para poder corregirlos. Por ejemplo, si soy una persona que posterga mucho, puedo establecer el hábito de dedicar las primeras horas del trabajo a la organización del día para evitar sentirme abrumado y retrasar mis actividades. También aprendí que crear un hábito es un proceso que puede tener altibajos, por lo que no debo exigirme demasiado desde el principio y estar dispuesto a revisar mi progreso y comenzar de nuevo si es necesario. Finalmente, me entusiasma aprender en la próxima clase sobre cómo puedo combatir la dilación y mejorar mi productividad y atención como profesional.