Existen diversas técnicas y estrategias que pueden ser implementadas para aumentar la productividad y lograr cumplir con las metas y objetivos establecidos en el tiempo previsto. Algunas de ellas incluyen el establecimiento de objetivos claros y específicos, la elaboración de un plan de acción detallado, la priorización de tareas y la gestión eficiente del tiempo, la delegación de responsabilidades, el uso de herramientas tecnológicas para la organización y seguimiento de las tareas, la mejora continua mediante la revisión y ajuste del plan, y el mantenimiento de una actitud proactiva y enfocada en la consecución de los objetivos. La implementación de estas técnicas puede contribuir a una mayor eficiencia en el desempeño de las actividades laborales y personales, lo que se traduce en una mayor efectividad en el logro de las metas propuestas y el cumplimiento de los objetivos en el tiempo previsto.