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Las métricas de vanidad y su relación directa con el éxito de una gestión de redes sociales

Tenemos ante nosotros un problema cultural, hemos aprendido a lorgo del tiempo que más es mejor, acumulando objetos, que en el largo plazo olvidamos que significaban para nosotros de manera funcional, es decir, para su uso común. En redes sociales, sobre todo en aquellas en las cuales el crecimiento exponencial de contactos podría significar que nuestra presencia en el espacio digital es atractiva para más de un usuario. Reportar crecimiento de amigos, followers, likes, shares, etc., no asegura un tráfico contante de nuestros perfiles, pero sobre todo de las intenciones reales de pertenecer a un social media en particular. Recuerdo el caso del área de gestión de redes sociales de un patronato de gestión de museos, necesitaban incrementar su numero de seguidores en los principales canales digitales que había entonces. Con el propósito de traducir éstos numeros en suscripciones para capitalizar la gestión de museos, la cual implica mantenimiento de los inmuebles, restauración y cuidado de las obras, incremento en la afluencia a los sitios en sí. Hubo cambio de estrategias, desde obsequio de pases para eventos exclusivos, así como la promoción, difusión y preservación de la cultura, involucrando a los usuarios en una serie de dinámicas para obtener ciertos premios. Con el tiempo los números en las redes crecieron, no así la cantidad de suscriptores a su programa de "Amigos". La estrategia en lo digital rendía frutos, las metricas crecian exponencialmente, a pesar ello, el fin para que el cual se pensó crerarlas no estaba no estaba siendo logrado. La cultura es un bien intangible, que requiere de cierta sensibilidad e inteligencia, hay que tener un gusto por ella. Lo mismo ocurre con los bienes y servicios, si uno de ellos no completa el loop de la satisfacción, la intermintencia y cambio en su uso, puede y afecta, de manera sustancial un objetivo comercial. Como cuestión final, el costo - beneficio de la mercancia, no importa el rubro, si no llega a un equilibrio, rara vez logra mantenerse en el gusto y preferencia de las personas.

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Excelente aporte, con el tiempo siempre sale a la luz que es mejor calidad que cantidad.