Se centra en la experiencia óptima, un estado mental en el cual una persona se encuentra completamente inmersa y enfocada en una actividad. Este estado de flujo se caracteriza por la pérdida de la noción del tiempo, un profundo sentido de satisfacción y un rendimiento eficiente.
Las condiciones clave para experimentar el flujo incluyen un equilibrio entre el desafío de la tarea y las habilidades de la persona, claridad de metas, retroalimentación inmediata, concentración intensa y un sentimiento de control sobre la situación.