La Teoría de Flujo (Flow en inglés) es una teoría psicológica desarrollada por el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi. Esta teoría se centra en el estudio de la experiencia óptima, es decir, aquella en la que el individuo se siente completamente inmerso en una actividad, experimentando una sensación de control y disfrute.
Según la teoría de flujo, la experiencia óptima se produce cuando la persona se encuentra en un estado de concentración máxima en una actividad desafiante, pero que a su vez es compatible con sus habilidades. Es decir, cuando la persona se encuentra en un estado de equilibrio entre el desafío y la habilidad, y se siente totalmente inmersa en la actividad.
Este estado de flujo se caracteriza por la completa absorción en la tarea, la pérdida de la noción del tiempo, la sensación de control sobre la situación y la satisfacción que produce la actividad en sí misma. El flujo se considera una experiencia altamente gratificante y positiva, que puede llevar a un mayor bienestar y felicidad.
Csikszentmihalyi identificó varios factores que contribuyen a la experiencia de flujo, entre ellos: la claridad de los objetivos, la retroalimentación inmediata, la concentración y el enfoque en la tarea, la sensación de control, la pérdida de la autoconciencia y la ausencia de distracciones externas.
La teoría de flujo se ha aplicado en diversas áreas, como el deporte, la educación, la psicología clínica y organizacional, la creatividad y la motivación. Se considera una herramienta valiosa para el desarrollo personal y profesional, ya que ayuda a identificar las actividades que generan mayor satisfacción y bienestar, y a mejorar la calidad de vida en general.