La Pirámide de Glasser dice que todos tenemos cinco necesidades básicas, y en el aprendizaje de los niños es importante satisfacer sus necesidades emocionales y sociales antes de que puedan enfocarse en aprender. Cuando se satisfacen estas necesidades, los niños estarán más motivados y disfrutarán el aprendizaje; para que haya un buen aprendizaje, tiene que haber una buena parte emocional