Según la pirámide de Glasser, los niños aprenden mejor cuando se satisfacen sus necesidades básicas y algunos de los niveles son:
Necesidades fisiológicas: El nivel más básico de la pirámide se refiere a las necesidades fisiológicas del cuerpo, como la necesidad de comida, agua, aire, sueño y seguridad. Los niños necesitan satisfacer estas necesidades para poder concentrarse y aprender.
Necesidades de seguridad: El segundo nivel se refiere a la necesidad de seguridad y estabilidad. Los niños necesitan sentirse seguros y protegidos para poder aprender. Esto incluye un ambiente escolar seguro y estable, un maestro confiable y predecible, y una estructura y rutina clara.
Necesidades de amor y pertenencia: El tercer nivel se refiere a la necesidad de amor, afecto y pertenencia. Los niños necesitan sentirse queridos y valorados para poder aprender. Esto incluye el apoyo emocional de sus padres, maestros y compañeros de clase.