Lo primero que me sorprendió fue cómo JavaScript es tan interactivo. Desde los primeros ejercicios, pude ver el impacto directo de mi código. Cuando aprendí a usar alert y prompt, me emocioné al ver cómo podía hacer que el navegador interactuara con el usuario. Fue un momento de "¡wow, esto está funcionando!" cuando pude hacer que mi programa le pidiera al usuario su nombre y luego mostrara un mensaje personalizado.
Sin embargo, a medida que avanzamos, me di cuenta de lo importante que es entender los detalles pequeños, como el uso de las variables, las estructuras condicionales (if-else) y cómo estas permiten que el programa tome decisiones basadas en lo que el usuario ingresa. Hubo momentos en que cometí errores tontos, como olvidarme de cerrar las llaves o confundir el uso de los operadores, pero esos errores fueron parte del aprendizaje. Me ayudaron a comprender por qué cada pequeña parte del código es importante.
