A menudo, creemos que entendemos un tema en profundidad, pero en realidad solo tenemos un conocimiento superficial del mismo. Nos encontramos en un punto muerto porque nuestro sesgo nos hace creer que ya lo sabemos todo, lo que nos impide avanzar. Sería mejor comenzar de cero, con la mente abierta y estar dispuestos a absorber nuevos conocimientos para seguir aprendiendo.