Según Ebbinghaus, la información se pierde rápidamente después de aprenderla si no hay intentos de repaso o recordatorio. Repasar es una parte esencial para codificar y almacenar información en nuestro cerebro, el repaso continuo hace que las conexiones entre las neuronas de nuestro cerebro se mantengan fuertemente conectadas, de esta manera recordaremos lo aprendido a traves del tiempo.
Si aprendemos algo nuevo hoy, es importante repasar esa información después de un día, luego después de una semana, y luego después de un mes. Este tipo de repaso espaciado ayuda a fortalecer las conexiones neuronales y a mover la información de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo, donde puede ser almacenada y recordada de manera más eficiente.