La curva del Olvido de Ebbinghaus y la teoría de Glasser son dos conceptos diferentes en el ámbito del aprendizaje y la memoria.
La curva del Olvido de Ebbinghaus se refiere a la pérdida gradual de la memoria a corto plazo que ocurre después de aprender algo nuevo. Ebbinghaus descubrió que si no se repasa la información aprendida, se olvida rápidamente, y propuso que la repetición espaciada o la práctica distribuida son estrategias efectivas para retener la información a largo plazo.
Por otro lado, la teoría de Glasser se enfoca en cómo los sentidos y las emociones influyen en el aprendizaje y la retención de la información. Según esta teoría, los estudiantes aprenden mejor cuando están involucrados activamente en el proceso, cuando están interesados en el tema y cuando pueden aplicar lo que aprenden a situaciones reales.