Define tus metas de aprendizaje de manera clara y específica. Identifica qué conocimientos y actitudes necesitas aprender y/o aplicar para alcanzarlas. Establece tu proceso de aprendizaje, incluyendo una rutina semanal con horarios específicos para el entrenamiento y pausas para descansar y recuperarte. Crea hábitos que te ayuden a alcanzar tus metas. Identifica la disposición, rutina y recompensa que te ayudarán a mantener estos hábitos. Identifica los puntos de atención que pueden interferir con tu plan de acción y toma medidas para eliminarlos o minimizar su impacto. Incluye actividades físicas en tu rutina para fomentar el desarrollo de tu cerebro y mejorar tu capacidad de aprendizaje.