Es crucial cultivar el autoconocimiento, es decir, explorar nuestro propio ser para identificar no solo nuestras debilidades, sino también nuestras fortalezas y áreas de oportunidad. Esto nos permite desarrollar y mejorar continuamente nuestros conocimientos, habilidades y competencias. Es esencial tener un objetivo claro al emprender algo nuevo, ya sea un proyecto, una nueva carrera de estudio u otra iniciativa. Definir un propósito nos brinda dirección.
En este sentido, descubrir y aplicar la herramienta del Ikigai se presenta como una forma fabulosa de lograr este tipo de autoconocimiento. Proporciona una vía simple y práctica para entender nuestras pasiones, lo que somos buenos haciendo, lo que el mundo necesita y lo que podemos convertir en una vocación. Así, nos guía hacia un autoconocimiento profundo con una misión u objetivo claro y definido.