En mi caso, sí he pensado en las recompensas que quiero experimentar. Como un ejemplo, cuando termino todas mis tareas del día, me doy el permiso de salir a pasear y disfrutar del aire libre. Además, me gusta jugar en el Xbox, así que también puedo usarlo como una recompensa cuando alcanzo ciertos objetivos.
¡Hola Egberto!
¡Qué bien que ya hayas pensado en las recompensas que quieres experimentar! Es muy importante tener incentivos para mantenernos motivados a la hora de cumplir nuestras metas y tareas diarias.
En este caso, el ejercicio consiste en elegir tus propias recompensas. Algunas sugerencias que se mencionan en la clase son jugar tu juego favorito, practicar tu deporte preferido, ver algo que te haga reír, pasar tiempo con familiares o amigos, relajarte o leer un libro diferente.
Puedes elegir una o varias de estas opciones, o incluso pensar en otras que sean significativas para ti. Por ejemplo, si te gusta cocinar, podrías premiarte con una cena especial cuando completes tus tareas del día. O si te gusta la música, podrías escuchar tu álbum favorito como recompensa.
Recuerda que las recompensas deben ser algo que realmente disfrutes y que te motive a seguir adelante. ¡Así que elige algo que te haga feliz y te motive a cumplir tus metas!
Espero que esta respuesta te haya sido útil. ¡Sigue adelante y no te olvides de premiarte por tus logros! ¡Buenos estudios!