Hace cinco años, una habilidad fundamental en el ámbito tecnológico era saber configurar y usar discos duros externos para almacenamiento de datos. En ese tiempo, era común que las personas necesitaran espacio adicional para guardar archivos grandes como fotos, videos y documentos, y los discos duros externos eran la solución más práctica y económica.
Sin embargo, en la actualidad, esta habilidad ha perdido importancia debido al auge de los servicios de almacenamiento en la nube. Servicios como Google Drive, Dropbox y OneDrive han simplificado enormemente la forma en que almacenamos y accedemos a nuestros datos. Ahora, la mayoría de las personas prefieren usar la nube para guardar sus archivos, ya que ofrece ventajas como el acceso desde cualquier dispositivo con conexión a internet, la sincronización automática y la mayor seguridad frente a pérdidas físicas.