Puedo afirmar que al incorporar comportamientos saludables y productivos en nuestra rutina diaria, podemos mejorar nuestra salud física y mental, aumentar nuestra productividad y alcanzar nuestras objetivos.
En mi caso, he adoptado el hábito de nadar los miércoles y sábados. La natación es un ejercicio de bajo impacto, lo que significa que es suave para las articulaciones y los huesos. Esto es ideal para mí, ya que mi trabajo actual me obliga a estar de pie más de ocho horas al día. Además, la natación aumenta la capacidad pulmonar y mejora la circulación sanguínea.