Durante gran parte de mi vida, carecía de hábitos y simplemente me enfocaba en trabajar y estudiar sin una organización definida ni motivación constante. Sin embargo, he aprendido que el desarrollo de hábitos es fundamental para alcanzar metas a corto, mediano y largo plazo.
Cuando noté deficiencias en mi condición física, decidí empezar con actividad física y adopté el fútbol como deporte. Me comprometí a convertirme en uno de los mejores jugadores de mi grupo y me propuse entrenar una hora diaria. Después de un año, logré formar parte del equipo representativo de mi preparatoria. Este proceso me enseñó que los cambios significativos no suceden de la noche a la mañana, pero la constancia y el enfoque pueden mejorar considerablemente tu situación actual.
Actualmente, me he comprometido con hábitos como la lectura, la meditación y el ejercicio físico. Estas actividades han transformado mi vida significativamente, proporcionándome una sensación de realización y mejorando tanto mi salud mental como física.