Flexibilidad: Es importante ser flexible y comprensivo con uno mismo cuando se trata de crear nuevos hábitos y rutinas. Aceptar que hay interferencias y encontrar maneras de mantener la motivación y seguir el plan.
Comportamiento, persona y circunstancia: Es importante tener en cuenta estos tres factores al crear nuevos hábitos y rutinas. Observar cómo se comporta uno mismo, quién es como persona y cuáles son las circunstancias que pueden interferir en el logro de los objetivos.
Ciclo de sueño y descanso: Dormir lo suficiente y tener una buena calidad de sueño puede tener un impacto significativo en la productividad, el estado de ánimo y la energía de una persona. Identificar cuánto tiempo de sueño se necesita y hacer ajustes para garantizar una calidad adecuada de sueño puede ayudar a mejorar los hábitos y la calidad de vida en general.
Ejercicio físico: Realizar ejercicios físicos de 20 a 30 minutos puede ayudar a dormir mejor y mejorar el estado de ánimo y la energía al día siguiente, lo que puede impactar positivamente en la capacidad de seguir los nuevos hábitos y rutinas.