Recuerdo que cuando empecé a trabajar empecé a caminar mucho para trasladarme, por lo tanto, bajé de peso y mi resistencia física aumentó, podía caminar sin agitarme. Fue un hábito inconsciente, pero lo note al dejar de sufrir mareos al caminar. Aunque mi cuerpo ya se acostumbro, ahora necesito hacer un poco más de ejercicio o caminata.