Un estudio realizado por Phillippa Lally en la University College London reveló que formar un nuevo hábito tarda en promedio 66 días. Los hábitos se crean al repetir una acción en un mismo contexto, hasta que se vuelve automática. Para lograrlo, es clave ser constante y mantener la misma rutina. Olvidarse un día no afecta, pero la falta de regularidad sí. Romper hábitos antiguos es difícil, por eso es mejor evitar los disparadores que los activan. La perseverancia y la claridad en el objetivo son fundamentales para lograr cambios duraderos.