Cultivar hábitos estructurados, como la disposición, rutina y recompensa, ha sido clave para superar mi tendencia a no concluir proyectos. A lo largo de los años, he aprendido que la constancia y la perseverancia son fundamentales para superar desafíos. Aunque enfrento distracciones, he implementado estrategias, como alejar el celular y utilizar audífonos, para mejorar mi enfoque. Estos hábitos han fortalecido mi disciplina, mejorando mi rendimiento académico y mi gestión del tiempo, subrayando la importancia de la consistencia en la adquisición de habilidades y formación personal.