Al organizar mejor mi tiempo para dedicar al estudio, comencé a sentirme mejor y a mejorar mis horarios de sueño. Antes de esto simplemente dormía si tenia sueño y despertaba antes de salir al trabajo, mis rutinas eran caoticas, incluso me despertaba con una sensación de pesadumbre. Luego de organizar mis horarios para poder estudiar, comencé a dormir las horas necesarias para sentirme bien siempre en el mismo rango, lo que me permitió también acomodar tiempo para dedicarle por ejemplo tiempo a mis hobbies y mis amigos.