El habito de dejar el celular a la hora de almorzar con alguien lleva el beneficio de desconectarse del mundo aunque sea un poco, de entablar temas que no son tan repetitivos ni en tendencia como lo es en una red social, y si, parece chiste. todos tenemos un celular, no nos mata, pero, tampoco nos deja vivir. Sabe mas de mi vida que yo mismo, es lo primero que veo al levantarme y lo ultimo al dormirme, no permite compartir expresiones humanas aunque veas miles de estados en un perfil que no dice nada de mi mismo. pero en fin, tenemos que lidiar con esto, en estos tiempos.