Hace cinco años, una habilidad fundamental era el manejo básico de programas de oficina y sistemas operativos tradicionales; Sin embargo, la digitalización acelerada por el punto de quietud que representó el COVID-19 ha cambiado esto de manera desigual. Hoy en día, habilidades como la colaboración en entornos virtuales, el uso avanzado de herramientas de videoconferencia y la gestión de proyectos digitales han tomado su lugar. La pandemia no solo actuó como un reinicio global, sino que también aceleró la adopción de tecnologías digitales, haciendo que habilidades que antes eran esenciales ahora sean obsoletas o insuficientes.