En la clase, descubrí formas efectivas para enfrentar las interrupciones y mejorar mi productividad. Ahora estoy más consciente de cómo las distracciones internas y externas afectan mi trabajo. Utilizo el método Pomodoro para mantenerme enfocada y comunico claramente a mis colegas cuando necesito concentración. Estas prácticas están marcando una gran diferencia en mi día a día, haciéndome más productiva y centrada en mis tareas importantes.